Me siento a escribir porque necesito compartir aquí en el blog un poco de las realidades que me mostráis, y que yo vivo aunque sea a ratitos con muchas de las familias que me escribís.
A veces compartís conmigo situaciones realmente duras, y creo que a partir de ahora, voy a ir mostrando de forma anónima algo de ello más allá de Instagram. Aquí en el blog.
Hoy ha contactado conmigo una mamá un poquito angustiada. Tiene un bebé de seis meses y acaba de terminar la fase de escayolas.
Pero ella ni siquiera sabía (hasta que se lo he dicho) que no es normal que esta fase dure tanto.
Lo normal, lo que entra dentro del Método Ponseti es que la serie de escayolas para corregir el pie oscile entre 3 y 6 escayolas.
No importa la severidad del pie. Y depende de la experiencia del médico y el grado de severidad del pie, la malformación puede corregirse incluso con una sola escayola, o con 8 escayolas. Pero más no.
Cuando el proceso de manipulación se alarga tanto quiere decir que algo no va bien.
Y ese es el momento en que los padres deberíamos pedir una segunda opinión médica. También sé que esto no es fácil, pero sí sé que es necesario.
Este es un indicador de la capacitación sobre el Método Ponseti. Bueno, uno de ellos.
La mamá que me ha escrito estaba preocupada porque se ha dado cuenta que a los demás niños se les pone la férula de abducción mucho antes que a su hijo.
Ha sido entonces cuando me he enterado que a su hijo le han puesto incontables escayolas desde que nació.
Y después de seis meses de manipulaciones y escayolas, y realizada la tenotomía… le han dejado los pies libres porque en lugar de ponerle la férula de abducción le van a poner una ortesis a medida.
Esperando una ortesis que nada tiene que ver con la férula de abducción. Y que no tiene ninguna efectividad ni uso para el pie zambo.
A medida que ella me iba explicando y compartiendo su angustia, yo he ido sintiendo lo mismo, pero a la vez mucha rabia y tristeza.
¿Por qué pasa esto?
Esto no debería ser así.
Sin la férula de abducción inmediatamente después de la última escayola, el pie puede empezar a retroceder.
Y lleva días sin nada, con sus pies libres… Después de seis meses de escayolas y una tenotomía.
Ahora está sin nada. Esperando una ortesis que le hacen a medida y que no va a evitar la recidiva. Pero tienen que corregir el tobillo.
¿Tienen que corregir el tobillo? Entiendo con este dato que después de seis meses de escayolas y una tenotomía el pie sigue sin estar completamente corregido.
La madre no termina de verlo bien. Y dice que un pie se le mete hacia dentro todavía.
Y a mí se me ha partido un poquito el corazón.
En ese momento he pensado que yo no sirvo para esto… porque absorbo todas las emociones y vivencias como si fueran mías.
Pero enseguida me he dado cuenta de que sí, de que quizás eso me hace poder ayudar mejor.
Le he recomendado lo único que puedo recomendar: que busque a un especialista capacitado para tratar el pie zambo por el Método Ponseti.
Y me he quedado con esta mezcla de sentimientos que me produce una realidad muy frecuente y que no entiendo… ¿Por qué tenemos un sistema en el que todos hacemos de todo?
Necesitamos un sistema que nos asegure el mejor tratamiento siempre, y aquí no hablamos de títulos, sino de especialización. De capacitación. De entrenamiento.
Yo tengo muchas capacidades para muchas cosas, pero nunca podría ganar una carrera de obstáculos (y creo que ni completarla). Pues esto mismo traducido a todo lo demás.
Mi recomendación siempre es que los pies de nuestros hijos los traten profesionales capacitados para tratar el pie zambo por el Método Ponseti. Profesionales especializados y entrenados para ello.
Feliz día y feliz vida,
Tere González Buetas
Contenido relacionado