Llevo mucho tiempo queriendo escribir este post porque es un tema sobre el que me preguntáis bastante, pero no conseguía escribirlo. Sin saber por qué.
Ahora me doy cuenta de que no estaba preparada para escribir el post que iba a escribir, porque todavía hay cosas de este proceso que me duelen.
Ha sido un mensaje el que me ha aportado la luz que necesitaba: todos los posoperatorios no son como el que vivimos nosotros.
Eso ya lo sabía, y eso es lo que digo siempre a quienes me preguntáis. Pero no era consciente hasta qué punto existe la diferencia.
Tomar conciencia de ello me ha dolido, pero a la vez me ha reconfortado.
Así que a lo largo de este post voy a contarte cómo fue nuestro posoperatorio, con todas esas inquietudes que nos van surgiendo ante «la operación».
Al final del post tienes el podcast grabado con nuestra experiencia sobre el posoperatorio, por si te apetece escucharlo 🙂
La operación
No voy a entrar en detalle sobre nuestra operación porque ya he hablado en el blog de ella. Te dejo aquí los enlaces para que puedas profundizar más.
Escribí sobre nuestra «operación» en este post: https://www.mispieszambos.com/2018/03/13/operacion-pies-zambos-hijo/
Una doble transposición de tendones, con dos alargamientos de los tendones Aquiles (aunque a mí siempre me hablaron de tenotomía y no, no es lo mismo ni tiene la misma efectividad).
Escribí una reflexión sobre ese momento y lo que sentí en este post:
https://mimundoconpeques.com/2018/03/20/choque-emociones-contraste-realidades/
Preoperatorio
Aunque ahora sé que esto también depende del protocolo de cada hospital, voy a explicar cómo fue en nuestro caso.
Al ser una intervención con anestesia general el procedimiento preoperatorio consistió en una valoración general por el anestesista, analítica y de nuevo cita con el anestesista para los resultados.
Ahora, gracias a experiencias de otras familias, sé que no en todos los hospitales realizan analítica de sangre previa a la operación, aunque sea con anestesia general.
Desconozco si ambos criterios son igual de válidos, o si hay alguna contraindicación en alguno de ellos.
En nuestro caso, a nuestro hijo le realizaron el preoperatorio poco antes de cumplir 6 años. Y le operaron unos días después de su cumpleaños.
Hablar de la operación
Qué importante es hablar con nuestro peque sobre la operación, sin asustarle, pero que tenga información de lo que va a suceder y el motivo.
No es necesario darle mucho detalle, pero yo sí considero importante facilitarle el cómo van a ser las cosas.
Porque son pequeños, y aunque les hayamos contado y preparado, nunca lo estarán del todo, pero por lo menos un poco sí.
Hablarles de ese momento de separación inevitable, cuando entre a quirófano. No sé si has vivido ese momento, pero es duro.
Creo que nunca olvidaré esa mirada en la que mi hijo y yo nos seguimos abrazando hasta que la puerta se cerró. Sentimos los dos lo mismo: miedo y angustia.
Pero aunque haya momentos inevitables… aunque se asusten a medida que avancen con la camilla y vean que el momento ha llegado… Están más preparados si saben para qué están allí.
El «para qué» es importantísimo.
La motivación de mi hijo era ese «para qué». Para caminar bien. Para correr más. Para bajar bien las escaleras. Para que no dolieran los pies.
Esos motivos fueron su ancla… y nuestro motivo de decepción pasado el tiempo cuando vimos que el resultado no era el esperado.
Anestesia
Pues sí, la cirugía se realizó bajo anestesia general.
Confiaba plenamente en que todo iría bien, pero eso no quitaba para que fueran las horas más eternas.
No sentí miedo, pero el que estaba allí dentro, en quirófano, era mi hijo. Y eso lo hacía todo más difícil… Porque aunque supiera que todo iría bien, sabía que no estaba en mi mano, y la mera posibilidad de que algo no fuera bien me hacía tener el corazón encogido. Sobre todo porque yo no podía estar con él.
Ingreso hospitalario
En nuestro caso sí hubo un ingreso hospitalario. Ingresamos la tarde anterior a la operación, y permanecimos allí hasta dos días después de la operación.
Salió de quirófano todavía con los efectos de la anestesia y bote de analgesia enchufado a él (no sé cómo se dice en términos médicos), pero venía a ser como cuando nos ponen la epidural para un parto.
Mientras tuvo esa analgesia él se encontró bien. El problema vino con que no controlaba esfínteres, no notaba las ganas de hacer pipí. Así que le quitaron el bote.
Y ahí empezó el sufrimiento.
No quiero regodearme en ello porque sé que, además, esto no suele ser así, pero fue durísimo.
Pero repito: esto NO suele ser así. No tiene por qué ser así.
Fase posoperatoria
En nuestro caso salió de quirófano con las escayolas puestas, igual que cuando era un bebé, desde las ingles hasta los pies.
Las llevó durante un mes.
Pasado el mes le retiraron las escayolas, le quitaron los puntos y empezó una nueva fase: empezar a apoyar y caminar.
En el momento en el que le retiraron las escayolas empezamos la fisioterapia como rehabilitación, con sesiones muy frecuentes.
Esta fase no fue fácil porque le costó mucho recuperar la movilidad sobre todo del pie izquierdo (yo creo que porque tenía la escayola muy apretada en los laterales del pie).
Existen otros tipos de escayolas, y grandes diferencias en el tipo de operación que no requieren más que unos días de escayola y sólo un par de días de reposo.
Igual que existen cicatrices y cicatrices, pasa lo mismo con la necesidad de rehabilitación y el retomar la actividad cotidiana con normalidad.
Esto es algo que me han ido compartiendo familias y especialistas, diferencias que en su momento yo no supe que existían y que de haberlo sabido mi decisión y la de mi marido respecto a la operación hubiera sido otra.
Y ahora sí… Voy a pasar a comentar sobre los temas que más suelen inquietarnos en el día a día con escayolas 🙂
Vivir en un piso sin ascensor
Esta era una de las cosas que más nos preocupaba pensando en nuestro día a día, con nuestro hijo de 6 años escayolado desde los pies hasta las ingles.
Vivíamos en un segundo (alto) sin ascensor, lo que venía a ser como un tercer piso.
La vida se dio para que, medio año antes de que lo operasen, nos mudásemos a lo que hoy es nuestro hogar. Con ascensor. Y dos cuartos de baño amplios.
De no ser así, nuestras salidas hubieran estado muy limitadas y mucho más difícil todo.
Pero aquí supongo que cada persona encuentra el modo de llevarlo de la mejor manera posible dadas sus circunstancias, porque no es lo mismo llevar en brazos a un bebé con escayolas que a un niño con escayolas.
Adaptación
Mi hijo se adaptó enseguida, todo hay que decirlo.
Lo más duro fue el dolor de los primeros días. Sufrió mucho por unos pinchazos dolorosos que incluso lo despertaban, y después por el dolor que le producía lo apretada que estaba la escayola del pie izquierdo.
De hecho, de ese pie le costó mucho recuperar la movilidad.
La adaptación a llevar escayolas y a la silla de ruedas fue rápida. Nos sorprendió porque empezó a moverse de forma autónoma desde el principio.
Igual que nos sorprenden de bebés, nos sorprenden de más mayores. Son ilimitados en sus capacidades.
Dormir con escayolas
Para dormir poníamos una almohada en los pies para que tuviera las piernas en alto.
Nunca ha sido un niño al que le guste dormir, así que eso continuó igual, pero más que por las escayolas, por él mismo.
Evidentemente, con las escayolas se sienten un poco más incómodos, pero la verdad es que mi hijo no se quejaba.
Era algo que tenía asumido y lo aceptaba.
¿Lugar para dormir?
Cada uno al gusto o preferencia: su propia cama, cama de matrimonio…
Silla de ruedas
Nosotros NO la compramos.
Nos dijeron en el hospital que Cruz Roja las dejaba por una pequeña cantidad de dinero, y solicitamos una.
Eran todas de adulto, pero nos dieron la más pequeña que encontraron.
No era una silla bonita, ni muy práctica para llevar a un niño. Pero era una silla y servía para ello.
Tuvimos que poner calces en los reposapiés, porque no llegaba y no era bueno que fuese con las piernas colgando mucho rato.
Para esto puedes utilizar el típico escalón pequeño del Ikea, cajas de zapatos, o cualquier cosa que tengas por casa y que puedas utilizar.
Baño y W.C.
Esta es otra duda frecuente. Y sí, son los momentos más complejos porque estamos hablando de niños, ya no de bebés. Y aquí nos damos cuenta de la gran ventaja que supone cuando los escayolan de bebés porque utilizan pañal.
De mayores hay que acompañarles al baño, claro. Y pueden necesitar ayuda.
En nuestro caso, inexplicablemente, la silla de ruedas no cabía por las puertas de los baños. No sé por qué esas dos puertas son más estrechas que las del resto de la casa.
Ahí nos dimos cuenta que si en un futuro conviviera alguien en silla de ruedas deberíamos adaptar por lo menos una puerta, la del baño más grande.
¿De qué sirve un baño amplio si no pasa una silla de ruedas?
Así que desde la puerta del baño hasta la taza del w.c. había que cogerlo y llevarlo a pulso.
Y pesaba mucho.
W.C.
Aquí ya dependiendo de la duración puedes ponerle una banqueta o escalón para que apoye los pies y no los tenga colgando.
DUCHA O BAÑO
Mientras duraron las escayolas lo hicimos como cuando era un bebé. Aseándolo con un balde de agua y jabón y esponja.
Venden fundas para proteger las escayolas, pero el trastorno que supone tanto baño como ducha es grande. Yo no quise añadirnos más carga y estrés para algo momentáneo, como era un mes de escayolas.
Estas fundas creo que puedes encontrarlas en cualquier ortopedia. Pero de aquí no puedo dar más información porque nunca las he comprado.
Si alguien quiere aportar algo en los comentarios de este post, seguro que ayuda a otras familias 🙂
Ropa
Pues igual que cuando era un bebé, se necesita un pelín más de talla en la parte de abajo, ya que las escayolas son iguales (por lo menos las que le pusieron a mi hijo).
Nosotros, aunque teníamos ropa de mayor tallaje, lo que hicimos fue ponerle pantalones cortos grandes (de más talla).
Realmente no necesitas abrigar la escayola, y es mucho más trastorno a la hora de vestir, desvestir, etc. Nos resultó muy cómodo utilizar este tipo de ropa.
Y lució escayolas pintaditas por la familia y amigos. Quedaron preciosas con ese colorido lleno de cariño 🙂
Tema visitas
Esto es algo que inquieta a veces. Y sí, no es como cuando llegas a casa con tu recién nacido, pero tiene muchas similitudes.
En nuestro caso tuvimos que decir a unas personas que no vinieran el mismo día que llegábamos del hospital.
No lo entendieron mucho, pero nosotros necesitábamos llegar a casa con nuestro hijo recién operado y todavía dolorido, y recoger a nuestro hijo pequeño de 4 años que no había llevado nada bien esta separación.
Nosotros sí necesitamos un poco de tiempo para adaptarnos a la nueva situación y abrazar todas las emociones y necesidades de nuestros hijos.
Vinieron al día siguiente. Por lo menos, eso que ganamos.
A partir de ahí, yo agradecí cada visita. Y mi hijo también. Creo que es la forma que tenemos las personas de abrazarnos y de mostrar nuestro cariño y afecto. Para mí, las visitas de familia y amigos son siempre bienvenidas y me hacen feliz.
Así que aquí, la decisión es muy personal y cada uno sabe qué necesidades tiene… pero creo que es bueno priorizar el bienestar familiar y, sobre todo, de nuestros hijos e hijas.
Paseos
Los primeros días no salimos de casa, sobre todo porque coincidieron días de mucho frío e incluso de nieve. Pero luego sí salíamos cada día para ir al colegio, médicos, paseos…
La silla resultó divertida para ellos en ocasiones (cuando mi hijo pequeño quería llevarlo, o sus primas y amigos…).
Puede ser un engorro cuando llueve, principalmente porque nosotros íbamos caminando, pero se lleva bien.
Indicaciones importantes
Menos silla y más sofá
Sobre todo al principio, mejor sofá para que tenga las piernas en mejor posición (en alto). Aunque aquí te digo que mi hijo sólo lo cumplió muy al principio y casi por obligación.
Enseguida necesitó moverse más y, sí, bajaba él solo del sofá y se movía arrastrándose por el suelo.
Evidentemente, yo no quería que hiciera esto por tres razones principalmente:
- Por miedo a que se hiciera daño.
- Por el riesgo que suponía para la escayola.
- Por los daños que esto producía a la madera del suelo.
Pero aquí te confieso que en el fondo que hiciera esto me hacía feliz.
Superaba sus límites y no se conformaba con quedarse allí o llamarme para que lo moviera yo. Esto es algo que siempre he admirado de él.
Y para terminar sólo recordarte que será tu peque quien siga enseñándote, dándote grandes lecciones, aprendizajes y pruebas enormes de superación. No lo dudes.
Si estás leyendo esto porque van a operar a tu peque mucho ánimo y os deseo que vaya muy bien. Si te apetece compartir tu testimonio ayudarás a muchas personas contándolo (en comentarios o escríbeme a mi email).
Feliz día y feliz vida,
Puedes escuchar el podcast sobre el posoperatorio desde aquí:
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Tere, llegué a tu blog y a tu grupo tarde…ya a las puertas de una operación por recidiva y desesperada por saber de una buena clínica de fisioterapia que ayudase a mi hijo en todo este proceso.
No me quiero enrollar mucho porque hemos hablado a través del grupo y sabes bien cuánto agradezco leerte de nuevo y más este post en concreto, cuando estamos a 1 semana de la operación de nuestro hijo…
Siento mucho miedo y mucha angustia, hay varias cosas que difieren de lo que nos han dicho a nosotros (para empezar, él tendrá que estar 6 semanas con las escayolas😱) y sobre todo, el miedo ante el posible sufrimiento de nuestro hijo, si después de todo no quedarán bien sus pies, cuándo podremos empezar con la fisio de nuevo etc.
Y la soledad, porque con esta situación del COVID sólo podemos estar uno de nosotros con él y mi hijo quiere que sea yo. Yo nunca he sido tan fuerte como mi marido y no sé cómo lo voy a hacer para hacerme la fuerte delante de mi hijo :-(. Y luego sola todo el tiempo que dure la operación, y sola mientras pasa todo el efecto de la anestesia y sola durante las 24 hrs de ingreso (esa es otra diferencia: ingresa temprano el mismo día de la operación y nos mandarán a casa pasadas 24 horas. Supongo que es por protocolo COVID). Cuando digo sola me refiero sin mi marido con mi hijo y conmigo en la habitación, ni durante la espera mientras dura la cirugía etc 😢
A ver qué tal sobrellevamos nosotros nuestro día a día en estas circunstancias! Él no va a ir al cole en todo el tiempo (cuando lo has puesto no sé si era ir para acompañar a tu hijo pequeño o que iba también tu hijo mayor, tras la operación).
Visitas: hasta que no veamos que el niño está bien y cómo nos apañamos, no queremos movernos de casa ni ver a nadie. Y menos en esta situación, no quiero que suban a casa ni permanezcan mucho rato. Pero mi hijo necesitará estar con otras personas y en el fondo agradeceré que vengan a vernos.
Y a ver nosotros en un 3º sin ascensor 🙈. La idea es intercambiar casa con mis padres, ellos viven en un 1º y
con ascensor.
Agradecerte una e infinitas veces tu post, me va a ayudar muchísimo a estar preparada (sobre todo psicológicamente) para todo lo que nos espera, tanto en la propia operación como Durante el postoperatorio.
Un abrazo ENORME, Tere!!!!
Hola!!
Antes que nada te envío un abrazo muy grande y fuerte, lleno de energía… puedo sentir cómo te sientes, sobretodo porque encima tienes el añadido del Covid.
Sé que será dura la espera durante la operación, y más si tienes que esperar en soledad. Mucho ánimo.
Qué necesario que hayas compartido esta realidad, y tus miedos… que son los que sentimos ante una operación, y durante. Es así. Es normal y está bien sentirlo. Hablamos de nuestros hijos.
Cuando he comentado que iba al colegio me refería a que él iba al colegio, estaba en P5 en infantil y quería ir. Yo sabía que iba a estar súper cuidado y así fue. Pasó ese tiempo de escayolas muy cuidado, rodeado de cariño y, aunque no pudo hacer vida normal, sí se acercó bastante a la normalidad.
Ahora es diferente por el tema del Covid, así que ya no sé qué te dirán los médicos o cómo verás tú la situación. Es diferente. Entonces no había este riesgo y para mi hijo fue lo mejor (estoy hablando de febrero y marzo del 2018).
Mucho ánimo con el tema del ascensor… Sé lo que complica todo y los inconvenientes que tiene, aunque afortunadamente nosotros nos mudamos justo antes de la operación a otro piso con ascensor.
Y para lo que necesites, ya sabes… me tienes a tu disposición tanto aquí, como en redes, el grupo… aunque sea para abrazarte virtualmente.
Un abrazo enorme y muchísimas gracias por compartir,
Tere
Holaa. Nosotros si compramos la funda para la escayola y de maravilla, porque así no perdió las clases de natación, y para la ducha compramos también un banquito para ducha, lo sentábamos en el banquito con la funda en la escayola y disfrutaba como si nada de la ducha como siempre.
El estuvo dos meses con escayola antes de la última operación, con cuatro años, un mes antes de la operación para facilitar y un mes después. Por lo que encantados con la funda de la escayola, el no verse interrumpida su actividad cotidiana de piscina fue estupendo.
Hola, Majo!!
Muchas gracias por tu aporte!!
Me alegro muchísimo de que pudiérais mantener esa «normalidad» dentro de lo que cabe.
Un abrazo grande y espero que ya esté bien y con sus pies corregidos 🙂
Hola
A mi hijo le han operado de recidiva de pie zambo, con transposición de dos tendones y alargamiento del Aquiles, en Salamanca, el mes de abril de este año (2022).
Antes de llegar aquí, nos dieron 20 sesiones de fisioterapia, más alguna más por nuestra cuenta. Aunque mejoró, no conseguimos una corrección completa ni mucho menos. Y antes aún tuvo otra reciviba, probamos con toxina butulínica, que fue bien durante unos meses, pero luego el pie volvió a su ser. Y también le tuvieron que operar.
Mi hijo solo tiene uno de sus pies zambos. La operación fue bastante bien. Las primeras dos semanas llevó una férula, que permite adaptarse mejor la hinchazón que tuvo al principio. Los primeros días fueron muy dolorosos y fue duro, porque dormíamos fatal. Después la escayola que le pusieron era de fibra de vidrio, que van de maravilla y aguantan lo que venga.
Mi hijo tiene 6 años, pero está muy grande y ya pesa 27 kilos, así que ha sido duro también para la espalda. Hemos usado un conejo para hacer pipí sin que se moviera, durante los primeros días, porque levantarse del sofá era un drama.
Nos dejaron una silla de ruedas y está siendo una maravilla. A los 10 días le cambiaron la férula por la escayola y a partir de entonces se mueve también con muletas (esto no lo logran hacer los niños de menos de seis. Y con seis tienen limitaciones, porque no tienen suficiente fuerza en los brazos.
Para las duchas, hemos utilizado la funda de la escayola. Estuvimos yendo a la piscina, pero el traumatólogo nos desaconsejó hacerlo, porque aún con la funda el agua puede entrar y acabaría generando hongos. A mi hijo le horrorizó la perspectiva y no quiso volver a saber nada de piscina hasta que se quitó la escayola.
A las cuatro semanas el traumatólogo decidió quitarle la escayola. Y ahí estamos ahora, recuperando poco a poco la movilidad. Todavía no hemos ido a fisioterapia, pero es que tiene el pie lleno de heridas que están terminando de cerrar.
Ahora iremos a revisión y supongo que nos mandarán rehabilitación. Pero yo estoy buscando fisio especializada en pie zambo para hacerle seguimiento, a ver si esta vez es la definitiva. Vivo cerca de Talavera de la Reina, y no lejos de Ávila, por si conocéis sitios
Muchas gracias por compartir tu experiencia, Nuria. Sin duda, esto ayuda mucho a otras familias.
Respecto a la fisioterapia ahora mismo desconozco a alguien especializado allí, sí en Madrid. No obstante te recomiendo que entres en el Grupo Privado Mis Pies Zambos en Facebook donde seguramente alguien podrá ayudarte.
Un abrazo y gracias,
Tere
Hola. Mi hijo lleva operado 5 días de tanotomia bilateral con trasposición de tendones y alargamiento. Esta siendo muy duro, los dolores son intensos y sobretodo para descansar porque las molestias vienen, más que por la intervención, porque se le cojen los tendones de las ingles al estar en algunas posiciones y como tampoco se puede mover mucho con las escayolas pues podemos estar hora y media buscando la forma cómoda y cuando te quieres dar cuenta se le ha pasado el efecto del analgésico y vuelta a empezar. Solo pensamos que pasen estas 3 primeras semanas de escayola para que que le dejen solo de rodillas para abajo. Ojalá sirva de algo este proceso porque viéndolo pasar mal dudamos ya de todo y no queremos que sienta que todo esto no ha servido para nada. Gracias por este post y mucho ánimo para todos
Hola, María
Cuánto lo siento… En nuestro caso eso no le pasó, aunque, claro, es muy molesto estar prácticamente inmovilizado de piernas para abajo durante tantos días.
Te envío un abrazo grande y sobre todo mucho ánimo. Para ti y para tu campeón.
Todo merecerá este esfuerzo, para cualquier cosa aquí me tienes.
Tere