Conocí a Natalia hace unos años, a través del blog. Natalia es mamá de dos niños, y el mayor nació con los dos pies equinovaros.

Su hijo ahora tiene tres años y medio, y su proceso de corrección va viento en popa. Pero todo no ha sido fácil.

En esta entrevista, que también puedes escuchar en el podcast, Natalia explica cómo fue su diagnóstico, cómo se sintieron ella y su marido, cómo fueron esos primeros días, las escayolas, la tenotomía del Aquiles, cómo fue su experiencia con la anestesia general que utilizaron para la intervención, la adaptación a la férula de abducción, su opinión sobre las distintas férulas, la fisioterapia y la información que se nos proporciona a los padres.

La verdad es que hablamos un poco de todo, profundizando en temas que son de interés y que ambas sabemos que ayudarán a otras familias.

Te recomiendo que leas este artículo o escuches la entrevista porque merece la pena.

EL TESTIMONIO DE NATALIA. EL DIAGNÓSTICO.

Natalia empezó su maternidad de la mano de algo tan desconocido como son lo pies zambos. Y ahí es donde coincidimos, en este camino. ¿No es así, Natalia?

Pues sí, así es, Tere. Yo di contigo cuando empecé a buscar información, porque no tenía ni idea de lo que eran los pies zambos y para mí fue una salvación encontrar tu blog, encontrar imágenes, encontrar artículos, las dificultades que habíais tenido, el día a día…

¿En tu caso cómo fue tu diagnóstico, cómo fue ese día? ¿Lo recuerdas?

Pues sí, la cosa es que en mi embarazo me hicieron dos ecografías adicionales porque tenía diabetes gestacional y querían controlarle.

En las ecografías no se dejaba ver bien y querían repetirlas para asegurarse. El caso es que siempre había algunas cosas que no conseguían ver bien, querían cerciorarse que todo estuviera bien… pero nunca vieron los pies. No fue algo que me dijeran, vamos a repetir porque tengo dudas con este pie. No.

Entonces, cuando llegó el momento del parto… pues yo no sabía nada, tuve la diabetes gestacional, pero no tenía otro diagnóstico. Y cuando nació y me lo pusieron encima para hacer el piel con piel (yo súper feliz y contenta) alguien dijo «mirarle los pies» y ahí fue cuando dijeron por primera vez que tenía pies zambos.

Mi marido lo vio y a él sí que le impactó, porque de no tener ni idea de que vas a tener un bebé con pies zambos y que te lo digan en ese momento, de verle los pies así, porque los tenía bastante severos.

«Los pies zambos van por grados y él tenía los pies bastante malformados, sobretodo el izquierdo, entonces te impacta.»

En ese momento yo no le di importancia, supongo que por las hormonas, por la alegría de tener a mi bebé conmigo ahí encima… pero no le di importancia.

Eso me pasó a mí también, yo creo que la felicidad en ese momento te envuelve.

Sí, yo creo que sí, en ese primer instante yo no le di importancia, sólo pensé… ya tendrá solución. Pero mi marido sí, él lo pasó mal, él lo vivió de otra forma ese primer momento, se puso a investigar en internet… y él vio cosas que no eran buenas y estuvo unos cuantos días bastante mal, decaído.

Y entonces ya nos visitó el traumatólogo del hospital que, aunque no era especialista en el tratamiento del pie zambo, nos explicó un poco sin muchos detalles, pero sí nos dijo que teníamos varias opciones de hospitales para ir a tratarlo. Y nos recomendó el hospital de Bilbao en Cruces.

Y entonces, sin dudarlo, dijimos para empezar el tratamiento en Cruces. Ellos lo gestionaron y al tercer día de nacido ya nos dieron la primera cita para la primera semana de haber nacido.

Muy bien que os recomendaron hospital y lo gestionaron todo.

Sí, sí, no nos tocó a nosotros llamar ni gestionar la cita ni nada, y eso estuvo muy bien porque en ese momento ya tienes bastante con todo, el primer hijo, que tengas un diagnóstico que ni lo sabías… y bueno, pues en ese sentido, nos ayudaron.

Nos dieron la posibilidad de ir a otros dos sitios cercanos, pero nosotros escogimos el sitio que nos recomendaron porque nos decían que trataban mejor los pies zambos. Por supuesto, antes de ir a un lugar cercano, prefieres ir aunque sea más lejos, al lugar adecuado.

Al mejor sitio que puedas, evidentemente. ¿Y os explicaron en qué consistía el Método Ponseti? ¿Os lo explicaron en detalle? ¿Cómo fue?

No, no, en el hospital no nos explicaron demasiados detalles, pero sí que intentaron tranquilizarnos, pero no salimos de ahí sabiendo lo que era el Método Ponseti. Es más, creo que ni mencionaron el Método Ponseti en ese momento. Lo que sí nos dijeron es que el mejor sitio donde podíamos ir era aquel.

Y otra cosa que nos pasó en el hospital, fue que uno de los ginecólogos que pasó y sabía que habíamos tenido un hijo con pies zambos, nos dijo que su hijo también había nacido con la malformación y nos tranquilizó diciendo que su hijo estaba perfecto, jugaba al fútbol… Y en cierta manera, eso nos tranquilizó.

Sí, que te digan eso también te tranquiliza y te reconforta un poco… Aunque no sepas muy bien lo que te espera y todo el camino que tienes por recorrer.

Sí, porque claro, no éramos conscientes, no teníamos ni idea de cómo iba a ser todo esto.

¿Y cómo fue ese principio? ¿Te sentiste sola? ¿Necesitasteis ayuda?

Bueno, pues cuando llegamos a casa, ahí sí que me dio el bajón… Supongo que ya habían bajado las hormonas y me puse a buscar información y pasé unos días muy malos. Lloré mucho pensando en el futuro de mi hijo, en cómo sería…

En todo lo que pensabas que no podría hacer, y que sí ha podido hacer.

Exactamente, sí. Porque en esos momentos piensas… «a ver si no va a poder correr, a ver si no va a poder caminar correctamente, a ver si no va a poder practicar algún deporte, a ver si no va a poder hacer vida normal»… Entonces tuve un bajón y lo pasé bastante mal y como yo no tengo aquí a mi familia, que soy de Colombia (por supuesto tengo a la familia de mi marido), pero en esos momentos necesitas el abrazo de tus padres, de tus abuelos… En esos momentos me sentí bastante mal y sola.

LA TENOTOMÍA DEL TENDÓN AQUILES

¿Qué es lo que más difícil y duro se te ha hecho en todo el proceso hasta hoy?

Mi hijo ahora tiene tres años y medio, y en cuanto a su tratamiento específicamente lo más duro han sido los momentos de las cirugías, porque él empezó su tratamiento y al quinto yeso ya venía la primera cirugía del tendón de Aquiles, y nos dijeron que por protocolo en el hospital se hace con anestesia general.

Y ya sabe que hace poco comentábamos que no es necesario y que se puede hacer tranquilamente con anestesia local, sin pasar por todo ello.

No se recomienda la anestesia general en menores de un año para una intervención tan sencilla como la tenotomía del tendón de Aquiles en la que es suficiente la anestesia local.

Exactamente, pues a nosotros en el hospital nos dijeron que se hacía así. Y en ese momento mi hijo tenía dos meses y medio.

Ahora me dan rabia todas estas cosas que como padres no tenemos por qué saber, porque no podemos controlar de todos los temas, porque es muy complicado todo… Y además, si tú confías en los profesionales de la salud y se supone que hacen lo mejor… pues ahora siento mucha rabia en ese sentido, porque mi hijo ha tenido que pasar por dos cirugías del tendón de Aquiles con anestesia general, y las dos con menos de un año. ¿Cómo es posible?

Es que no tenemos por qué saberlo, pero luego nos sentimos culpables sin serlo… porque a mí me ha pasado.

Claro, es que luego te sientes culpable, pero esto es como todo en la crianza… en todo. Yo en mi primer parto aprendí cosas que en el segundo ya no permití, y así con todo.

A veces vamos un paso atrás, cuando te sucede ya te das cuenta de que las cosas deberían ser de otra manera.

Luego en la intervención, los momentos más difíciles fueron antes, ya que al ser con anestesia general le tenían que hacer una analítica.

Y claro, a la analítica tienes que ir con el bebé en ayunas y al ser de lactancia materna exclusiva, pues igual son menos horas de ayuno que los bebé de biberón porque la digestión es más rápida, pero aún con todo eran unas horas, con toda la logística de cuándo tiene que ser la última toma, el que esté despierto sin tomar pecho durante varias horas, en nuestro caso con un desplazamiento… Pero bueno, nos ayudó mucho leer en el blog el consejo de que ese día fuéramos directamente con el pijama o con ropa cómoda para que no tuviéramos que cambiarlo y despertarlo.

Ese día no le puse pijama, pero le puse una ropa cómoda, y la idea era que fuera dormido y así que el viaje fuera mejor y estuviera menos horas despierto, ya que ni siquiera podía tomar el pecho. No éramos muy optimistas porque en ese momento se despertaba cada hora, pero tuvimos suerte porque esa noche durmió bastante bien.

Conseguimos meterlo en el coche dormido y fue dormido casi todo el viaje, tuvimos muchísima suerte.

En el hospital, esperando la analítica, empezó a ponerse nervioso pero conseguimos tenerlo bastante controlado. Pero ya cuando tocó sacarle sangre, creo que eran dos o tres botecitos, fue terrible porque a un bebé de dos meses era muy difícil encontrarle la vena para sacarle toda la sangre.

Y tuvieron que sacarle de la vena del cuello y eso fue terrible, me dio mucha pena y lo pasé muy mal. No sé cómo serán los otros casos, pero el mío fue durísimo.

Mi hijo además nació pequeño y aunque ya era un poquito más grande porque ahí ya tenía dos meses y medio seguía siendo muy pequeñito para sacarle sangre y era muy difícil.

Qué duro porque además no le puedes consolar con el pecho, que es lo que más les consuela, y luego darte cuenta de que esto era innecesario porque con una anestesia local esto no hubiera sido necesario.

Claro, por supuesto. Además es que esto era lo inicial, luego venía la intervención.

En la intervención fue otro tanto porque también tenía que ir en ayunas, luego me dejaban pasar con él a una zona donde les preparan para la intervención, quitarle la ropa, ponerle la vía… Y luego te dicen «venga, despídete».

Y ahí se me cayó también el mundo, porque además era la primera vez que yo me separaba de él de esa forma.

Desde que nació siempre había estado pegado a mí y en ese momento yo tenía que dejarlo ahí e irme. En ese momento se me cayó el mundo y lo pasé muy mal. Muy mal.

Y luego vino la espera, que no es una intervención muy larga pero se te hace eterna.

Y luego también son sentimientos contradictorios, porque agradeces que sea sólo esto, aunque es muy duro y para todos es lo más duro porque es nuestro hijo… Pero claro, allí estaba yo en cirugía pediátrica y ahí ves de todo, entonces agradeces que lo nuestro tenga solución y tenga buenas expectativas.

Totalmente. Yo siempre lo digo, porque desde que entré con mi hijo en el hospital di gracias porque vienen otras realidades. sólo tienes que mirar lo que va llegando y lo que va sviendo y dices: «gracias porque mi hijo sólo tiene los pies zambos» y eso más duro o menos duro, se corrige.

Eso es, lo agradecemos aunque ya sabes que en el día a día tenemos nuestros sufrimientos y no es fácil tampoco, pero bueno, hay expectativas buenas y el futuro y todo pinta bien.

Es que a ver, aunque agradezcamos eso no quiere decir que nos guste que nuestro hijo tenga los pies zambos, que no nos gusta la malformación, pero al final… sólo es eso. Y podía ser más. Y podía ser peor.

Sí, y ya cuando terminó la intervención me llamaron para que entrara. Y luego viene otra parte dura que es el despertar de la anestesia.

Porque está como quejoso, no lograba despertar, tenía cables por todos lados, no le podía coger de cualquier forma, era incómodo… y no me quería coger el pecho. Y hasta que no tomara no nos daban el alta.

Y eso fue un rato largo y lo veía ahí todo adormilado, quejoso… y ya sabes, es duro.

Sí, y hasta que no lo ves bien no te quedas tranquila de que tu hijo está bien.

Claro, no es lo normal de tu día a día, no sabes qué es lo normal, cuánto tarda y por supuesto todo te preocupa.

Luego ya empezó a tomar un poco de pecho y nos dieron el alta.

Nos dijeron algo importante: cuando te ponen lo yesos después de la tenotomía del Aquiles, este yeso es más holgado y robusto porque este va a ser para tres semanas y los bebés crecen muy rápido. Este es así para prever su crecimiento.

Cuando estábamos ahí le hicieron con un rotulador la marca donde había sangre en el yeso, porque es normal que haya. Pero ahí lo que hay que controlar es que la marca no se expanda mucho más, porque si se expande mucho más significa que hay herida y no está cerrada. Entonces habría que ir a urgencias.

Si la marca que realizan se expande significa que continua sangrando y esa es la forma que tienen de saberlo.

Eso es. Aparte de lo que siempre decimos: mirarle los dedos de los pies, que tengan buena temperatura y el color.

Pero bueno, en el yeso mismo es importante tenerlo en cuenta.

Y ya volvimos para casa. Ese día estuvo más quejosillo y adormilado, pero no demasiado.

Lo peor fue todo lo previo, la analítica, la intervención, la espera y el despertar de la anestesia.

Pues es que es normal que fuera lo más duro, un bebé tan pequeñito con una intervención con anestesia general.

Y luego la tuvimos que repetir, así que fue doble todo aquello. Menos la analítica, que sirvió la misma.

FISIOTERAPIA

Y en el resto del proceso, yo sé que tú estás llevando a tu hijo a fisioterapia desde casi al principio. ¿Cómo supiste que eso era bueno para él?

Pues gracias a ti porque publicaste un artículo explicando cómo empezaste a llevar a tu hijo a fisioterapia cuando entró en recidiva, y cómo notaste que la fisioterapia ayudaba al tratamiento de pies zambos.

Entonces, desde ese momento yo empecé la búsqueda de un fisioterapeuta pediátrico que supiera de pies zambos, pero no fue fácil.

Donde vivo no encontré a nadie, hablé con una fisioterapeuta que me comentó que tenía el recuerdo de estudiar la malformación en la universidad, pero nunca había visto unos pies zambos. Entonces, como vi que donde vivo no era muy sencillo, empecé a buscar alrededor.

Al final, gracias a la fisioterapeuta Sandra Balaguer (fisioterapeuta pediátrica) que en un grupo comentó a una madre que ella estaba haciendo un máster y un estudio y que había estado trabajando con la Dra. Anna Ey, y yo en ese momento ya sabía que la Dra. Anna Ey era un referente en pie zambo, y contacté con Sandra para ver si me podía ayudar a encontrar un buen fisioterapeuta en mi zona.

Fue súper amable, como es ella que está siempre dispuesta a ayudar en lo que puede, porque en ese momento no me conocía de nada y me ayudó todo lo que pudo y siempre le estaré muy agradecida por eso.

Me dio un contactó y aunque nos pilla un poco lejos de mi casa, vamos a esa fisioterapeuta. Empezamos a ir cada quince días, luego cada mes, luego cada tres meses y ahora cada cuatro meses, tres, seis… depende un poco del momento y lo que necesitemos.

Para mí creo que es muy importante la fisioterapia, porque aunque en el Método Ponseti no se indique nada de la fisioterapia ni tu traumatólogo nunca lo va a decir, porque yo le pregunté a mi traumatóloga y ella me dijo que ellos sólo recomendaban fisioterapia cuando las cosas no van bien.

Pero no, es que no hay que llegar hasta ese punto. Por supuesto ellos no te van a decir que lo lleve, pero para mí, en mi caso y en mi experiencia creo que viene súper bien, porque el Método Ponseti funciona pero hace la corrección forzosa. Es decir, tiene los pies hacia afuera para que no regresen hacia adentro, pero el fisioterapeuta va a lograr que todo eso corregido que está manteniendo la férula vaya más fluido, que sea más natural, que los tendones, que todo esté mejor.

Y además vas a tener otro control, porque en algún momento vas y te va a decir, pues oye, noto que el pie izquierdo tiene más tensión, ha tenido algún golpe, le ha pasado algo… Creo que viene muy bien, sobre todo en estas etapas en las que cosas mínimas que pasarían desapercibidas en un futuro son las dolencias de toda la vida, así que yo creo que para nosotros es una inversión en nuestro hijo, en su salud, porque esto no está cubierto por la seguridad social.

Y seguimo yendo. Y de hecho, al pequeño también lo llevamos.

Por cierto, que mi segundo hijo no nació con pies zambos, que esa es la otra gran preocupación que tenemos las madres. El primero nació con pies zambos y el segundo no nació con pies zambos.

Totalmente de acuerdo, Natalia. No recordaba ahora lo del blog, pero estoy totalmente de acuerdo en el beneficio de la fisioterapia. A mí nadie me lo recomendó, pero fue cuando mi hijo entró en recidiva, hablando con mi fisioterapeuta me dijo que la fisioterapia iba muy bien. Y efectivamente, doy fe de que, aunque no conseguimos evitar la operación, la fisioterapia va genial.

Y no sólo para los pies, sino que reequilibra todo el cuerpo, porque los pies afectan a todo el cuerpo, a la cadera… en definitiva, a todo el cuerpo.

Te iba a preguntar si tuviste miedo de que tu segundo hijo naciera con pies zambos, que ya has dicho que no nació con la malformación, pero me imagino que el miedo sí que lo tendrías.

Sí, sí, tuve miedo, de hecho en el grupo de facebook hice la consulta porque era algo que quería conocer las experiencias de otras familias, porque es importante saber que tus temores son los temores de muchas, y eso también viene muy bien, saber que tus temores no son solo tuyos, que es algo que nos pasa a todos y es normal.

De hecho, aunque te digan que todo va bien, hasta que no le ves nacer y le ves los pies no te quedas tranquila.

Porque además en mi caso, que no me habían dicho nada durante el embarazo de mi primer hijo, pues en mi segundo embarazo siempre me quedaba con el miedo de que tuviera los pies equinovaros. Además es que no se dejaba ver bien en las ecografías, porque siempre había un pie que no terminaban de ver bien.

Yo sabía que hay más incidencia en el pie izquierdo siempre dudaba de que el pie que no terminaban de ver fuera el izquierdo.

Es que es normal, yo no tuve ese miedo, pero porque me preocupaban otras cosas, pero sí que es verdad que en la eco20 cuando dijeron que estaba todo bien y los pies también, y nombraron los pies sentimos una emoción mi marido y yo… Yo creo que es normal que tengamos esa preocupación, ese miedo y esa emoción de ver que está bien.

¿Y ahora qué harías diferente con todo lo que sabes hoy en día, si pudieras cambiar algo?

Sí cambiaría cosas ahora, sabiendo que la tenotomía se puede hacer con anestesia local. Respecto a ese tema, cuando el hospital te lo dice sólo te da su protocolo y no te da otras opciones. Ahora seguramente me hubiera ido a Barcelona a la consulta de la Dra. Anna Ey.

Es que claro, no te dan a elegir, no te dicen las opciones que hay. Te dicen se tiene que hacer así y tú no sabes que hay otras formas de hacerlo.

Y además no te explican los riesgos que conllevan, se ciñen al protocolo y no te dan más información, no te explican que existen estudios que no recomiendan la anestesia general en menores de un año para este tipo de intervenciones.

Eso no te lo dicen. Entonces, ahora que ya lo sé, intentaría hacerlo de otra forma.

PORTEO

Otro tema que cambiaría sería el porteo, porque yo intenté portearlo pero tardé mucho porque cuando tenía los yesos lo porteé con fular semi elástico un poco, pero tenía el temor de que no lo estuviera haciendo bien.

Yo era madre primeriza y desconocía absolutamente el mundo del porteo ergonómico. Tuve que empezar a informarme, y es que al final cuando tienes un hijo es como que empiezas a estudiar de todo.

Porteo ergonómico, ¿cuál sí es recomendable?

¿Se puede portear con férula, con yesos?

Pues con toda esta investigación tardé mucho en encontrar a una asesora de porteo, y tuve la mala suerte de que de las dos vece que intenté quedar tres veces para una asesoría y por una cosa u otra no se pudo.

Me compré la mochila MBaby y un ayudabrazos que se utiliza para sostener el peso, que es como una malla que se utiliza para tener una ayuda para ir a la playa o la piscina.

Utilicé un poco esto, pero fue ya en la tapa que apenas utilizaba la férula, así que sin la férula ya no necesitaba ayuda y podía portear tranquilamente.

Si me pasara ahora ya tendría ese conocimiento previo y ya sé que sí se puede, y cómo se puede, y no perdería ese tiempo valioso ya que no me apetecía portearlo demasiado.

Es que yo creo que uno de nuestros grandes problemas es la falta de información. Yo no porteé, me faltó información pero hasta en el porteo en sí mismo.

Claro, es que no es sólo saber que se puede portear, sino saber qué es ergonómico y qué no. Y que no te puedes fiar de que te vendan una mochila como ergonómica y no es ergonómica. Hay marcas que te la venden como ergonómica y no lo es, pero para eso tienes que saber.

Exacto. La mía me la vendieron como ergonómica y no era ergonómica, menos mal que no porteamos, porque no hubiera sido bueno para mi hijo.

A mí me habían dejado en el embarazo una mochila ergonómica de marca super buena y ya me había hecho la película de cómo iba a portear, y después me enteré que no lo era, y ni con la férula ni nada. Eso también podría intentar cambiarlo y ahora tengo mucha más información.

LA FÉRULA DE ABDUCCIÓN

Y luego lo siguiente es la férula, nosotros empezamos con la ferula dennis-brown porque es la que entra en la Seguridad Social del País Vasco. Y eso es otra cosa que no entiendo, cómo puede haber tantas diferencias de comunidades a comunidades. Porque está claro que la ponseti es la mejor, es la mejor en cuanto a confort, a diseño, en cuanto a comodidad para el bebé.

Bueno, hoy en día tengo que decir que hay otras férulas muy confortables como la Lazarus Ponseti, pero sí, la Dennis Brown yo creo que es la menos cómoda y la más agresiva para la piel del niño.

Ahora lo llevamos muy bien, pero el inicio fue terrible porque además es súper pesada, pesa mucho para los piececitos del bebé, tiende a producir más heridas porque el material es muy rígido y los pies del bebé son muy sensibles.

Y luego creo que es más factible que aprendan a sacar el pie de las Dennis Brown que de las otras, entonces es muy importante que un bebé cuando empieza con la férula mantenga el pie en una correcta posición.

En nuestro caso tuvimos que ir a una segunda cirugía porque empezó a sacar el pie izquierdo, que es el pie que siempre ha tenido un grado más severo.

Empezó a sacarlo y no había forma, era constantemente, así que hablamos con la traumatóloga y valoró. Y ahí fue cuando dijo que quizás el hecho de que lo sacara tan fácil era porque al haber hecho la cirugía el tendón de Aquiles no se había regenerado y había quedado más corto. Entonces no bajaba del todo el talón, podía hacer el gesto y bajaba más fácil.

Porque la tenotomía del Aquiles en bebés les quitan todo el tendón, porque hasta cierta edad los bebés tienen la capacidad de regenerarlo completamente.

Entonces fuimos otra vez a la segunda cirugía y al terminar la intervención nos dijo que en la herida de la primer cirugía era como si se hubiera quedado pegado el tendón y no había conseguido crecer correctamente.

Nos recomendó que en la herida le masajeáramos cada vez que le pusiéramos crema, después del baño.

Cosa que no nos dijo la primera vez, que eso también lo cambiaría. Ya sabe que puede pasar, pues hazlo siempre, porque no pasará nada por masajear.

Y así esa zona hay menos posibilidades de que el tendón se quede pegado, trabajando la zona y estimulándola con los masajes.

Luego también con las dennis brown recuerdo que leí tu blog muchísimo en esa época, porque era super complicado ponerle la férula, mirando cómo atarle los cordones, luego ahí descubrí lo del agujero en la parte de atrás… Que esas cosas inicialmente no nos las dieron así, y creo que nos tendrían que dar las botas ya directamente con el agujero para poder comprobar que el talón baja bien.

Y posteriormente también, y hasta ahora, les decimos que nos pongan un refuerzo en la parte del talón, como una almohadilla que le hace un poco de tope por si intenta sacar, porque mi hijo todavía el pie izquierdo tiene más flexibilidad y lo saca de forma más fácil.

Es una buena solución, y es que siempre tienen un pie más severo y que suelen sacar de la bota de una forma más fácil. Yo también cambiaría esa parte, yo le compraría otras botas a mí hijo, que utilizó las dennis brown y aún tiene las marcas de las botas… y acaba de cumplir ocho aos.

Nosotros heridas tuvimos pocas, lo que más era cuando hacíamos los cambios de talla. cuando ya se le quedaban pequeños, al hacer el cambio, ahí era cuando le podía salir alguna rozadura, pero afortunadamente no hemos tenido nada grave.

Siempre hemos utilizado los calcetines de algodón, mirando todos los calcetines las composiciones que sean 100% algodón, que tampoco es tan fácil como parece.

Y que sean altos, que no es nada fácil tampoco, sobretodo en verano.

Eso es, que sean altos y bueno, las cosillas que van surgiendo por el camino.

CRITERIOS MÉDICOS. CERTIFICACIÓN PONSETI.

Bueno, Natalia, para terminar… Si te diera una varita mágica, ¿qué mejorarías? ¿en qué la utilizarías?

Pues yo creo que la utilizaría en algo para todos.

Que todos los que tengan un bebé con pies zambos tuvieran derecho a tener un traumatólogo que estuviese bien formado y que les aplicara bien el método.

Porque desafortunadamente todavía se ve mucho que vas al traumatólogo y él es el especialista y tú confías totalmente en él.

Todavía hay muchos casos que ni siquiera están certificados en el método ponseti y no lo saben hacer bien, y sin embargo son los que hacen el tratamiento.

Ponen yesos mal, no te dan las indicaciones correctas… y es el futuro de tu hijo, y un pie zambo que en principio tendría una solución sencilla termina siendo atípico, y eso ya es más complicado.

Me da mucha pena que simplemente por el ego de los médicos traumatólogos, en lugar de decir aquí no aplicamos esto ir a otro sitio o lo que sea, pues siguen pasando estas cosas y me parece terrible.

Y quizás en eso, si existiera una asociación para informar, para que los padres tengan herramientas, porque cuando llega tu hijo y no sabe de pies zambos te viene muy bien tener un apoyo, alguien que te sepa guiar.

Porque ya hemos pasado por esto y ahora nuestra obligación (por lo menos yo lo siento así) es intentar ayudar en lo que podamos.

De hecho es lo que a mí me pasó, gracias a ti y al blog fue muy importante, yo contacté contigo muchas veces en ese época y para mí fue muy importante, fue vital.

Ahí estamos Natalia, yo creo que al final se conseguirá, tendremos esa fuerza que necesitamos. Y sabes que la parte médica me duele un montón, porque tienes toda la razón. Es así, y es una cosa que me duele, nos duele, y que hay muchos fallos porque todo el mundo no es especialista en todo. Simplemente por eso.

Sí, y yo no entiendo qué cuesta reconocerlo.

Quienes hemos pasado por esto lo sentimos y nos duele, porque tanto Natalia como yo vemos muchos casos, y nos duele.

Y ya para terminar, alguna recomendación?

Yo creo que lo más importante es decir a los padres de niños con pies zambos que tranquilos, que todo irá bien.

Que el proceso para unos y para otros puede ser un poco más difícil o más sencillo, porque cada niño es diferente, porque depende de como apliquen el método, depende de la constancia nuestra que eso también es muy importante.

La férula hay que llevarla según las indicaciones, si hay que llevarla todo el día hay que llevarla todo el día.

Esto no lo he comentado, pero cuando hicimos el cambio de la escayolas a la férula, yo pensaba qué alegría sin yesos, y resulta que fue un fiasco porque fue peor.

El primer día fue muy duro, todo lloros porque fue un cambio muy importante para mi hijo. De haber aprendido a levantar los yesos, que tenían mucho peso pero tenía independientes los pies, pasó a tener el peso al final de los pies y además tenerlos unidos. ya no podía moverlos independientes.

Y eso fue horrible. Esa noche fue horrible, la recuerdo y todavía se me encoge el corazón porque mi hijo no hacía más que llorar. Lloraba, lloraba y lloraba, y yo sabía que lloraba porque tenía la férula y no podía mover los pies, yo intentaba consolarlo con el pecho, pero no lo conseguía.

Fue horrible. Y, a pesar de ello, yo sabía que tenía que llevarla y yo lo acompañé de la mejor forma que pude.

A los tres días ya empezó a acostumbrarse, a mover los pies… y luego gateó, y se puso de pie… aunque puede ser muy duro y muy difícil van a poder salir adelante y hacer todo lo que nosotros tenemos mucho temor de que no puedan hacer.

Yo creo que la gran mayoría compartimos todo esto que has comentado tú, y aunque parezca que es fácil no lo es.

Dentro de todo esto está muy bien el grupo que tenemos en el que nos apoyamos mucho entre todos.

El grupo al que se refiere Natalia es el grupo Mis pies zambos de facebook, que fue una sugerencia de Natalia para poder hablar de una forma privada.

Allí nos ayudamos, compartimos penas alegrías y de todo.

Así es, me parecía importante, y creo que todavía lo es, porque no solamente compartimos penas sino que también compartimos alegrías, esos primeros pasos. Los primeros pasos de todos los bebes son emocionantes, pero cuando se tiene un bebé con pies zambos pues yo creo que más.

Esos primeros pasos nos llegan al corazón. Además, el grupo ha ido evolucionando y ahora mismo hay muchísimos profesionales que nos van ayudando resolviendo dudas, y entre todos nos apoyamos.

Muchas gracias, Natalia, no sólo por esta entrevista sino por todo siempre.

Muchas gracias a ti, Tere, porque para mí fuiste muy importante, el blog fue super importante, ver fotos, tener documentación, ver otras experiencias…

Y hasta aquí la entrevista a Natalia. Espero que te haya gustado, y, sobretodo, que su testimonio te ayude.

Puedes escuchar la entrevista completa en el podcast, suscribirte o realizar un comentario en este post. Te leo 🙂

Feliz día,

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