Llevo mucho tiempo escribiendo sobre la recidiva que ha sufrido mi hijo, sobre la espera, la fisioterapia y la operación… A estas alturas sabes casi todo por lo que hemos pasado a lo largo de estos últimos años.
Todo está bien, pasas por ese duro proceso y lo aceptas, y te vuelves a emocionar más que la primera vez con sus primeros pasos.
Porque volver a andar después de todo… es un logro que te llena de emoción hasta dentro, hasta tu corazón.
Y te emocionas cuando empieza a moverse con soltura, y a volver a disfrutar, y a sonreír con felicidad inmensa, como antes. Y cuando empieza a correr…
Y es que te sientes agradecida y orgullosa de tu campeón… porque ha luchado tanto que tú piensas que se merece terminar ya con un proceso que ya se está alargando demasiado, y que no es justo.
Porque, aunque das gracias porque sólo tiene los pies zambos, a veces te rebelas porque es tu hijo el que sufre dolor, tu hijo el que no puede apenas bajar las escaleras, tu hijo el que está viviendo su infancia entre médicos, revisiones y sesiones de fisioterapia.
Luego respiras… miras a tu alrededor… Y vuelves a dar gracias.
Sólo tiene los pies zambos, y eso se corrige.
Todo el mundo lo dice, y confías en ello. Porque se corrige… ¿verdad?
Yo confieso que he dudado de esta corrección, y de esta operación, aún sabiendo que sus tendones cedían y que los especialistas me decían que todo iba bien.
Pero mi hijo seguía caminando exactamente igual que antes de la operación. Bueno, no exactamente igual… pero casi, y no caminaba bien.
Y aunque yo sonreía y fingía no preocuparme, me preocupaba. Aunque insistiera a todo el mundo en que es un proceso muy largo y que mi hijo terminaría caminando bien.
No sé si intentaba convencer al resto del mundo o convencerme a mí misma… Pero en el fondo no estaba tan segura, tenía miedo y sufría porque mi campeón continuaba caminando mal, sin apoyar del todo el pie y torciéndolo hacia dentro.
Y eso duele mucho, porque acabábamos de pasar por una operación muy dura. Y no era justo que no funcionase. Y me daba mucho miedo tener que recurrir de nuevo a una segunda opinión y que hubiera que volver a intervenirlo quirúrgicamente.
Es mi hijo, tú seguro que me estás entendiendo.
Tengo la grandísima suerte de tener a mi alcance a una grandísima profesional como fisioterapeuta que además de ser buena en su trabajo es buena con mi hijo y conmigo.
Y ese día fuimos a su consulta, para la sesión quincenal de mi peque. Cuando terminó la sesión le hizo caminar, siempre lo hace, pero esta vez le insistió de la importancia de que pusiera sus pies bien y que girara los dedos como él sabía hacer.
Mi hijo le hizo caso. Y así una y otra vez.
- ¿Ves? Sabes andar genial. Es muy importante que lo hagas siempre así -le dijo.
Y una vez vestido y calzado lo hizo salir al pasillo, como hace siempre, y le repitió lo mismo…
¿Puedes imaginar la emoción que sentí en ese momento?
«Mi hijo caminaba perfectamente bien»
La fisioterapeuta me explicó que es una cuestión de hábito adquirido, por más que los tendones hayan cambiado de sitio, el cerebro todavía da la orden antigua. Tiene que re-aprender a caminar, a poner los pies bien.
Volvimos a casa caminando despacio, con los pies rectos… Tenía que concentrarse y mirar hacia sus pies para hacerlo bien, pero lo hacía.
Y yo respiré aliviada, e inmensamente feliz.
Le dije a mi hijo que al principio le iba a costar, pero que cada día le costaría menos… hasta el día que caminara con los pies rectos sin darse cuenta.
Se puso a correr, lo hizo lento y con una forma rara, pero con los pies rectos… Qué felicidad más grande. Y es que seguía corriendo como antes, con los pies hacia adentro y las piernas hacia afuera.
Han pasado casi dos semanas desde este día, y puedo decir que, aunque no camina del todo recto, sí lo hace bastante bien. Creo que, de repente, ha sido consciente de que podía hacerlo, se esfuerza en caminar recto y el resto ya lo hacen sus tendones… que poco a poco van adquiriendo el nuevo hábito.
Y sí, todavía sus pies no están como estarán más adelante, todavía tiene alguna pequeña curvatura en sus dedos… Pero ahora ya vemos la luz de que sí, de que la operación ha servido para algo 🙂
No sé si has pasado por algo similar, o si a tu peque le han operado de lo mismo… ¿Quieres compartir tu experiencia? Cualquier aportación que se haga aquí en comentarios enriquece el blog y ayuda a muchísimos papás que aparecen por aquí leyendo y buscando respuestas a sus dudas. Para hacer un comentario sólo tienes que bajar un poquito más abajo, y de verdad, que ayudarás un montón 🙂
Feliz día,
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Hola , a mi pequeño lo operaron de ambos pies (tenotomia) antes de la cirugia él ya caminaba , luego de la cirugia estuvo 6 semanas cons yesos pero él ahora no puede caminar ni mantenerse de pie , es normal eso ? Cuando las cosas mejoren debido a la pandemia del coronavirus recién iniciará terapia.
Hola, Diana!!
Lo he consultado con una especialita en pie zambo y me comenta que si sólo le han realizado la tenotomía del Aquiles debería poder apoyar y caminar, otra cosa es hacer puntillas y movimientos de estiramiento.
Si también le han realizado la transposición de tendones sí sería normal no poder apoyar o caminar, ahí necesitan mucho más tiempo (como la que le realizaron a mi hijo).
Un abrazo grande y espero que todo vaya muy bien,
Tere
Hola como estas? mi hija de 3 años la van a operar ahora de 1 de los pies (transferencia de tendones) soy de Capital Federal.
Espero que vaya todo muy bien… Un abrazo grande y mucho ánimo!!
Hola! En primer lugar muchas gracias por tu generosidad al contar la experiencia de tu hijo.
En el caso del mío, también ha tenido recidiva en uno de los pies justo a los 5años de edad y en nov20 le realizaron la transposición tibial y tenotomía de aquiles. Después de 2 meses escayolado y algún susto (le dieron un gran pisotón que hizo que se le saliera el tornillo reabsorbible que le pusieron en la operación), ha comenzado a caminar rápidamente con soltura y poca cojera. Pero es cierto que sigue metiendo mucho el pie hacia dentro y nos preocupa mucho que no haya dado resultado la operación. Vamos a pedir una segunda opinión y seguramente le realicen un estudio de la marcha en profundidad.
Lo que te quería preguntar es si recomiendas sesiones de fisio. Porque en el hospital nos dijeron que era suficiente con caminar unis minutos al día de talones y poco más.
Gracias!
Hola, Sira!!
Gracias por compartir vuestra experiencia.
Yo como madre sí recomiendo fisioterapia, y mucho más si notáis que mete los pies hacia adentro. La fisioterapia le ayudará muchísimo, no sólo a sus pies. Es un gran apoyo que yo le daría sin duda.
Eso sí, en nuestro caso es muy recomendable que sean fisioterapeutas pediátricos especializados en el Método Ponseti.
Respecto a la segunda opinión, me parece una opción súper acertada. Yo haría lo mismo.
Cuando vemos que algo no termina de ir bien es necesario buscar otras valoraciones de profesionales expertos en el tratamiento del pie zambo por el Método Ponseti (esto es muy importante).
Espero que vaya todo muy bien!!
Cualquier cosa no dudes preguntarme.
Un abrazo enorme,
Tere
Hola, mi hija tiene 4 años y medio, tiene dos cirugías en su pie izquierdo (tenotomía) y ahora será operada para la transposición de tendones, como te puedo contactar para que me des el contacto de la fisioterapeuta? Muchas gracias.
Hola, José
Hay muchas fisioterapeutas especializadas en el Método Ponseti (afortunadamente cada vez se están formando más). Dependerá de la zona en la que residas.
Si quieres ponte en contacto conmigo por privado e intento ayudarte.
Un saludo,
Tere