Mi hijo es pequeño, aunque él dice y está convencido de que es mayor. Sólo tiene 4 años.
Durante estos 4 años hemos intentado normalizar el defecto congénito con el que nació, y para él la Doctora Traumatóloga le curó los pies, porque nació con los pies especiales.
Él no recuerda la parte de tratamiento más dura (escayolas y férula Dennis-Brown), tampoco los viajes cada semana y el enorme trastorno que eso nos ocasionaba.
Era difícil, por el desplazamiento, por la dureza del tratamiento y porque yo era una recién parida primeriza con un parto muy duro.
Porque éramos papás primerizos y nuestro amor tenía siete días de vida la primera vez que le pusieron las escayolas. Lo veíamos llorar, quejarse y sufríamos con él, o quizás más. Porque el sufrimiento de un hijo lo sufres mil veces más que el tuyo.
Los médicos te dirán que tu hijo no se entera de nada, pero eso no es verdad.
Es pequeño, sí, y luego no recordará nada, pero claro que se entera, y sufre, y padece… Los bebés también sienten, aunque no sepan expresarlo más que llorando. Esa es la forma que tienen de decírnoslo a nosotros, sus padres.
Recuerdo que después de cada cambio de escayola mi hijo estaba varios días nervioso, llorando… y cuando volvía a estar normal volvíamos a ir al HOSPITAL y otra vez salía de allí llorando e inconsolable. Sólo mi pecho lo calmaba un poquito. Ese era su consuelo, y se lo di siempre que lo quiso. Y lo quería siempre. Así pasamos los primeros meses. Le dimos todo lo que le podíamos dar: amor, protección y consuelo.
No soy madre protectora, no más de lo que tengo que serlo, como cualquier madre.
Mi hijo se acostumbró al pañal de frejka, y luego a la férula.
No veas cómo aprendió a moverse con la férula, a pesar de tener los pies inmovilizados. Pensé que nunca podría gatear, con lo importante que es el gateo para los niños y su desarrollo.
Y sí, gateó.
Gateaba de una forma diferente, con los pies unidos, moviéndolos de un lado a otro. Y no sólo gateaba, también se levantaba agarrándose a cualquier sitio que le sirviese de apoyo.
Ya ves, todo a lo que llegan a acostumbrarse. Esa parte de su vida, de su rutina.
Pero el niño fue creciendo y cada vez era más difícil ponerle la férula para dormir. El último mes la rompió dos veces. Afortunadamente una nos la arreglaron en el hospital, y la otra en la ortopedia. Tuvieron esa gentileza, sin cobrarnos nada.
Cada paso que fuimos dando lo fuimos celebrando, porque cada pasito que se iba hacia adelante era un gran avance en su corrección.
Ahora estamos pendientes de la siguiente revisión, en junio puede que nos digan que por fin puede utilizar calzado normal.
¿Sabes lo que es eso?
Después de más de cuatro años nuestro hijo podrá ir a cualquier zapatería y escoger el zapato o zapatilla que más le guste. Sólo de pensar en ello me emociono, porque sí, ha sido un camino duro. Y llega un momento en que tu hijo te pregunta por qué él no tiene zapatillas de pijama como su amiguito, o no lleva botas de agua como otros niños… Y a ti se te encoge el alma, porque él sólo tiene un par de zapatos y unas zapatillas de deporte.
Que sí, que me esfuerzo en comprarle las mejores y que sean bonitas, pero sólo puede llevar eso. Y se conforma, porque es un niño que está acostumbrado a ello.
Y celebramos cada calzado nuevo que tiene como si fuera el mejor, porque en realidad lo es. Es el mejor para él, y de ese calzado hemos buscado el mejor. La salud de sus pies ha primado sobre otras cosas de las que hemos tenido que prescindir.
Y es un niño feliz.
Un niño que ha repetido modelo de zapatillas y de botas este año, pero al que no le ha importado.
Un niño lleno de amor, independiente y sano, y con los pies más bonitos del mundo.
Hoy necesitaba expresar nuestros sentimientos: los de mi hijo y los míos.
Feliz día,
Contenido relacionado
Muy buen post! Me he sentido muy identificada en muchos momentos.
Nosotros estamos en «fase de pelea» por las botas, cuando llega la noche tiemblo pensando ¿me dejará ponerselas? ¿Llorará tanto como ayer? Y sobretodo ¿podrá descansar esta noche? Porque oirle llorar y dar patadas a los barrotes duele mucho, pero ver a tu hijo por las mañanas con más ojeras que tú y que en la guarde te llamen diciendo que se queda dormido en cualquier rincón (encima del baúl de los juguetes o que se tira al suelo y cae k.o) eso… Eso sí que parte el alma!. Madre mía acabamos de empezar con estas ‘peleas’, y nos quedan 3 añitos más, pero es lo que hay, es por su bien. Es un niño muy fuerte y muy bueno y nos lo está poniendo muy facil.
De los sentimientos del primer año no me siento capaz todavía de hablar, fue muy duro… Pero ya pasó! Como te decía, felicidades, me ha gustado mucho leerte. Un beso muy grande para ese campeón!
Qué penita me ha dado leerte… Nosotros hemos tenido la suerte de que la férula para dormir no la ha tenido que llevar tanto tiempo. Es muy duro. Duro para ellos y duro para nosotros que lo sentimos y sufrimos incluso más que ellos. Por tus palabras vuestra corrección ha sido más dura y larga que la nuestra, así que te deseo a ti y a tu pequeñín mucho ánimo y mucha fuerza para continuar lo que os queda. Si algún día sientes que te apetece contar cómo fue vuestro primer año, ya sabes que aquí tienes un hueco para ti. Muchos besos para tu peque y para ti.
Me he emocionado mucho,yo tengo todo muy a flor de piel,me creía q estaba preparada después de los meses de embarazo tan malos,pero no sabía lo q se llega a querer,ese amor tan grande.es muy duro ver a tu hijo llorar,el mío chillaba y yo sabía q era de dolor,porq una conoce sus llantos, y sabía q cada cambio de yeso le dolía, que estaba sufriendo, y eso te parte el alma.Menos mal que ha sido corto que no estaban muy mal sus pies y que es un niño muy fuerte,como yo le digo #mi héroe.Ahora sigue siendo duro pero ya no queda otra,ya tenemos q adaptarnos a estas botas y ser positivos y confiar en el médico y en qué sus pies se ven perfectos.
Me ha gustado mucho este post, me siento tan identificada…muchos besos!!
Tú también me has emocionado a mí, Meli. Y es que tienes toda la razón, es muy duro ver cómo tu hijo (que es lo que más quieres en el mundo) llora con cada cambio de yeso… Y luego ver que no puede hacer las cosas que otros niños hacen. Pero por suerte se adaptan y como tú has dicho son niños fuertes. Creo que esto los hace fuertes. Yo estoy muy orgullosa de mi hijo, de cómo llevó todo el tratamiento, cómo consiguió hacer un montón de cosas que no creí que pudiera hacer, y como hoy en día acepta tan bien ir calzado de ortopedia. Para animarte te diré que tu hijo se irá acostumbrando a la férula y que aunque se haga todo tan pesado el tiempo pasa rápido. Intenta disfrutar de esta maravillosa etapa de bebé todo lo que puedas. Un beso muy grande
HOLA tengo un nene de 6 años y medio y tambien nacio con los pies zambos cuando salimos del hospital despues de dar a luz ya salio con sus escayolas (que guardo como oro en paño para recordar los progresos) cada 2 dias estabamos en el hospital por que se las quitaba dandose una con otra asi estuvimos 10 meses y llego la primera operacion talon de aquiles y despues más ferulas y asi hasta ponerle sus primeras botitas con su tabla de separacion despues otra a los 2 años la siguiente operacion cruze de tendones y mas escayolas y a todo esto utilizando calzado ortopedico gastandome un dineral y coger algo medianamente normal con 4 años fue la 3 operacion del otro pie por que se lo hicieron por separado todo quedo muy bien a dia de hoy es un niño normal que baila corre salta lo unico que sus pies son un poco alienigenas como dice el y tiene que llevar un calzado especial la gente siempre me dice que puedo dar gracias por que haya sido esto y no otra enfermedad mas grave y de verdad que las doy pero no saben el dolor que causa ver a tu hijo llorando con cada cambio de escayola con cada operacion y pasando calor con botas ortopedias super armadas ver como cada vez que cambia el tiempo o se pone malito le duelen las cicatrizes pero si doy gracias a dios por tener un hijo luchador y maravilloso que poco a poco ha ido superando obstaculos. os doy mucho animo y una pregunta te he leido que compras ortopedia por internet me puedes dar algun link ahora necesitamos unas sandalias de verano y en las ortos solo nos ofrecen el mismo catalogo en todas muchas gracias!!! un saludo.
Hola, Teresa. Me ha estremecido leerte, y es que te entiendo tanto… Y eso que nosotros hemos tenido muchísima suerte y nos hemos evitado operaciones (ni siquiera le cortaron el tendón de aquiles), ni tantas escayolas como tu hijo… Realmente ha tenido que ser durísimo para vosotros. En tu mensaje no lo nombras, ¿no llevó la férula Dennis-Brown para mantener la posición de los pies después de las escayolas? Por lo que cuentas han seguido un procedimiento distinto del que han seguido con mi hijo y de los casos que conozco. En todo caso, me alegra un montón que todo ese calvario haya sido para que tu hijo también tenga los pies más bonitos del mundo. El enlace de la ortopedia donde compro te lo envío en mensaje privado, si te parece ponte en contacto conmigo de forma privada y te lo envío. Un abrazo enorme y gracias por compartir vuestra experiencia y sentimientos.
No el solo llevo las botas ajustadas con una llave allen pero la barra de separacion de la dennis-brown no se la pusieron como puedo ponerme en contacto privado contigo para decirme la web por que no encuentro ninguna pagina. Un saludo
Puedes contactar conmigo en privado a través del formulario de contacto https://mispieszambos.com/contacto/ y te envío el enlace. Con tu hijo han seguido otra forma de corrección, la férula Dennis Brown, además de separar los pies les fuerza a una determinada posición, que no sé si es lo que hacían las botas con la llave allen (lo de la posición). Es que no lo había oído nunca (lo de las botas con la llave). En todo caso, al final tu niño tiene los pies corregidos 🙂 Un abrazo
Teniendo el niño pie zambo, siempre tiene que usar ( yo tuve un ortopédico bastante bueno y me permitió usar zapatos normales y ortopédico. Ojalá que tu hijo tenga la misma suerte) zapatos ortopédico. Claro que cuestan un dineral para hacerlos todos los años y más aún cada vez que pega un estirón y calze un número más. No te desanimes, yo nací hace 42 años con el mismo problema, y si es cierto que no todo se acuerda pero si una gran parte se queda en el recuerdo. A disfrutar de vuestro solete y que os traiga muchas alegrías
Muchas gracias, Natalie.
La verdad es que es durillo, pero estoy convencida de que se corregirá por completo. Además, aunque se acuerde, para él no le supone un trauma. Es un niño feliz, muy feliz, y fuerte. Creo que esto os hace más fuertes, ¿verdad? Le compramos el mejor calzado que encontramos y tienes toda la razón, aunque cuestan un dineral, por ellos lo que sea (aunque suponga mucho esfuerzo).
Gracias por compartir tu experiencia, también me gusta saber de personas adultas que hayan tenido los pies equinovaros, qué recuerdas, cómo fue entonces… supongo que los medios no serían los de ahora. Gracias a Ignacio Ponseti se consiguen corregir los pies sin tanta cirugía…
Si te apetece contar tu historia, sólo tienes que decírmelo… la publicaré encantada.
Un abrazo y mil gracias 🙂