En este post comparto contigo cómo fue nuestra primera sesión de fisioterapia, cuando los pies de mi hijo entraron en recidiva. Al final del post actualizo y te explico algo importante: cuando los pies entran en recidiva lo que realmente lo solucionará es la transposición de tendones.
También comparto algo sobre el tipo de calzado y enlaces a post relacionados importantes.
El verano ha sido muy largo. Tan largo como para darme cuenta de que las plantillas (recuerda que mi hijo tuvo un retroceso en su corrección) no eran suficiente para que caminara mejor.
Llevaba el calzado de horma recta durante casi todo el día (quitando los ratos que estaba en la piscina bañándose), hacíamos ejercicios de puntillas y talones, incluso nos inventamos algún ejercicio para andar forzando la tendencia hacia afuera (como Charlot)… Y seguía andando mal, y cada día peor.
Así que, en agosto, aprovechando una visita a mi fisioterapeuta, le comenté el retroceso que había sufrido mi hijo en la corrección.
No tuve más que mencionar el principio de la frase y ella ya me dijo que se lo llevara. Sí, los pies equinovaros pueden corregirse con fisioterapia.
Gracias a ella he podido entender y saber un poco más sobre lo que le está sucediendo a mi hijo.
Cada estirón de crecimiento que pega (y recordemos que tiene 4 años) desequilibra las calderas y el punto central de la pisada, el músculo no puede con el pie y este va un poco «a su aire». Además, los tendones están también ralentizando su crecimiento, y eso es lo que produce que el pie vuelva a «torcerse» y no apoye bien.
La causa de que caminara tan mal era que tenía la cadera desequilibrada, algo también muy común en niños con pies equinovaros. No sé si has leído el post donde te cuento que mi hijo nació con displasia de cadera y tuvo que llevar un arnés durante varios meses (lo cuento aquí).
Ayer tuvimos la primera sesión de fisioterapia. Tengo que decir que se portó genial, le hizo un tratamiento casi de adulto, y aguantó sin rechistar como un campeón.
Foto de los pies de mi hijo después de la sesión de fisioterapia
Al inicio de la sesión, la fisioterapeuta me indicó que mirase las caderas de mi hijo: estaban a diferente nivel cada una. Eso hacía que caminase torciendo las piernas y los pies, de una forma torpe.
Después de casi una hora de tratamiento puedo decir que:
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La posición de los pies en reposo era: perfecta. Daba igual si estaba de pie que sentado.
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Al caminar todavía tuerce el pie derecho hacia adentro, pero muchísimo menos y sólo ese pie.
Mi niño estaba encantadísimo porque la fisio le dijo que ahora podría correr muy rápido 🙂
Faltan todavía más sesiones y mucho trabajo por delante, pero el cambio ya ha sido evidente.
Una cosa sí me quedó clara: hasta que deje de crecer tendremos que ir haciendo estas correcciones, porque cada vez que pegue estirón se volverá a desequilibrar.
En octubre tengo la siguiente revisión por su traumatóloga, espero que llegado ese momento vea tantos avances que no sea precisa la operación.
De todo esto saco conclusiones que me desagrada no haber sabido antes:
Nunca me ha comentado la traumatóloga que le irían bien sesiones de fisioterapia o rehabilitación.
Nunca hasta la última visita me comentó que le iría bien la natación.
Nunca hasta la última visita me comentó que le iría bien hacer ejercicios de puntillas y talones.
Y eso me molesta. Y me duele como madre no haberlo sabido, no haberme informado…
No sé si es tu caso, pero si ves que tu hijo empieza a caminar mal puedes probar con otras alternativas que complementen su corrección.
*Actualización importante
Son dos cosas diferentes. Las caderas por un lado y los pies zambos por el otro. Esto mismo me lo explicó el Equipo Ponseti Dra. Anna Ey en la visita de valoración para su segunda cirugía (seis años después del momento de este post). Equipo al que nos trasladamos tras la ineficacia del tratamiento y cirugía por el equipo médico anterior.
Ahora sé que no era necesario tanto, y no lo es cuando el Método Ponseti se aplica bien, por alguien realmente experto en el tratamiento del pie zambo por el Método Ponseti.
La fisioterapia es maravillosa y ayuda muchísimo en el buen desarrollo de nuestro peque, desde bebé. La fisioterapeuta pediátrica Sara Freije nos lo explica muy bien aquí: Fisioterapia pediátrica: qué es y para qué sirve
Sin embargo, ahora sé que una vez los pies han entrado en recidiva la única solución que corregirá esos pies es la transposición de tendones.
Eso sí, la fisioterapia puede mejorar aparentemente, incluso mejorar el estado de los pies hasta la cirugía. Pero lo único que verdaderamente corrige es la transposición de tendones.
Aprovecho para comentarte que es importante que la fisioterapia sea aplicada por alguien especializado en niños y en el tratamiento del Método Ponseti.
Aprovecho también para recordarte que el calzado de horma recta de ortopedia era más obstáculo que otra cosa (además de un gran desembolso económico innecesario). Lo mejor para los pies de nuestros peques es ir lo más descalzo posible, y que el calzado que utilicen sea respetuoso. Sobre eso escribí aquí: Lo mejor para los pies: ¿calzado o descalzo? y aquí El calzado en los niños: recomendaciones
Que tengas un feliz día 🙂
Seguimos caminando
Con cariño,
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Qué bien que le haya servido al peque las sesion de fisioterapeuta!! A nosotros nos comento el traumatologo que en Francia los pies equinovaros se corregían con masajes. Y no se puede estar en todo así que no te tiene que doler no haberlo sabido antes!!!! Nos informamos todo lo que podemos, pero si algo tengo cada vez mas claro es que falta mucha información al respecto, y tengo la sensación de que esa falta de información también las tienen los médicos.
Menuda diferencia al caminar, y eso que todavía quedan muchas sesiones, pero desde la primera sesión (ahora ya lleva 2) un cambio tremendo. Creo que tienes razón, no sé si es desconocimiento o que cada médico (traumatólogo) sigue su pauta y no mira más allá. Yo estaba muy contenta con el equipo de traumatología que ha llevado a mi hijo, pero ahora veo que se han limitado a seguir sus pautas (su método). Creo que antes de hablar de operación deberían buscar otras alternativas. La semana que viene tenemos revisión, a ver qué nos dicen…
Me encanta volver a leerte y con un post como este porque me siento muy identificada con lo que dices. Yo llevo siete meses (mi hijo los cumplió la semana pasada) nadando a contracorriente porque me niego a contentarme con lo que todo el mundo hace o con lo que le dicen a todo el mundo, cuando yo investigo por mi cuenta y descubro que hay otras formas de hacer lo que es mejor para mi hijo. Me ha pasado con todo, con la lactancia, con el colecho, con la forma en la que hemos decidido introducir la alimentación complementaria y, cómo no, con el tratamiento de su pie zambo.
Nosotros también llevamos a nuestro hijo a una fisio desde que tenía casi tres meses. En principio no lo hicimos por el tema del pie sino por otra cosa que ya contaré en otro momento pero nuestra fisio, aparte de experta en lactancia, es especialista en osteopatía, así que prácticamente desde la primera visita le revisa las piernas y la cadera y le hace unos masajes y unos ejercicios (también nos enseñó otros para que se los hiciéramos en casa). El pie equinovaro de Alejandro debe de ser leve y además no le ha repercutido para nada en la cadera, según su traumatólogo, pero lo cierto es que a mi siempre me han preocupado un poco los «efectos secundarios» del tratamiento. Y es que, quieras o no, primero con la escayola y luego con la férula estás impidiendo que las piernas y los pies realicen los movimientos normales que cualquier otro niño sí que puede realizar. Nosotros tenemos la suerte de que poco después de que cumpliera los cuatro meses le redujeron las 23h diarias de férula a solamente 8h y por la noche, así que ha podido aprender a darse la vuelta y a reptar más o menos al mismo tiempo que lo hacen los demás bebés. Y podrá aprender a gatear y a andar también sin esperas innecesarias pero lo cierto es que tardó varias semanas en darse cuenta de que tenía dos piernas que podían moverse por separado, por no hablar de la aversión que tenía a que le tocáramos los pies y de la costumbre que mantuvo durante bastante tiempo de tener casi siempre las piernas rígidas y estiradas… con todo eso la fisio nos ayudó mucho pero lo más importante es que se dio cuenta de que sí que había una pequeña diferencia en la rotación de los huesos que llegan a la cadera en la pierna izquiera (si hasta se veía en las típicas roscas que tienen los bebés en los muslos, mi hijo tenía dos pliegues en el muslo derecho y tres en el izquierdo). No sabemos con seguridad si es a causa de que solamente tiene un pie zambo o por cualquier otra razón como el peso de la férula durante las primeras semanas, el caso es que ya está mucho mejor y solamente lo vigila esporádicamente para cerciorarse de que puede mover las dos piernas de igual forma y de que, cuando empiece a andar, no tenga ninguna molestia en la cadera que le lleve a usar la pierna izquierda de forma rara o diferente.
Bueno, no pretendía extenderme tanto con esto porque básicamente lo que quería decir es que hay mucha gente (sobre todo los mismos médicos y especialistas) que tiene mala opinión de los fisioterapeutas sin justificación alguna, simplemente desconfían o los miran por encima del hombro porque no están restringidos por la medicina tradicional. Pero el mismo método Ponseti se basa en manipulaciones lo menos agresivas posibles para conseguir cambiar totalmente la posición de unos huesos, ¿por qué es tan difícil aceptar que hay métodos poco invasivos, como los masajes, capaces de mejorar cualitativamente una dolencia?
¡Hola, Marian! Antes que nada, darte las gracias por tu comentario. Para mí es importante lo que comentas (y supongo que para otros papás que están en tu misma situación). Si te apetece, ya sabes que pongo el blog a tu disposición para que cuentes tu historia (sólo tienes que enviarme un mensaje). Yo hasta ahora no había notado nada «raro» en mi hijo, no tuvo problemas a la hora de volver a moverse después de estar inmovilizado, ni siquiera le costó gatear con la férula, ni ponerse de pie con ella… Mi hijo llevó la férula Dennis-Browm ininterrumpidamente hasta que cumplió un año. Y por la noche hasta los dos años. El problema de él es el ritmo de crecimiento tan rápido que tiene (es muy alto, aunque siempre ha sido muy alto). Al parecer crece muy rápido, pero los tendones no le responden al mismo ritmo… Lo de los pliegues yo no te puedo decir, porque mi hijo tiene los dos pies, así que si tenía algo diferente, al tenerlo en las dos piernas nunca se lo he notado. Incluso las marcas que tiene en los pies (por la rotación de los mismos) las tiene también en ambos pies, y las marcas de las botas Dennis-Brown… Me alegra que en tu caso tu fisioterapeuta os esté ayudando un montón. Yo me arrepiento de no haber ido antes, sólo espero que no sea tarde (mi hijo tiene ya cuatro años y medio). Como tú, no entiendo que no me aconsejaran un apoyo de fisioterapia o rehabilitación, pero deber ser lo que dices… escepticismo. Un abrazo enorme
¿Me creerías si te digo que llevo dos meses intentando escribir mi historia? Pero entre el niño y el trabajo he estado muy líada, aunque ya me queda poco y te la pasaré pronto. ¿A dónde te la puedo mandar?
Es curioso, mi hijo llevó la férula ininterrumpidamente poquito tiempo en comparación con otros casos que he leído (como el vuestro) y, sin embargo, sí que le noté cierta necesidad de adaptación al quitársela. Una cosa que me llama la atención es que en casi todos los casos que conozco el uso de la «férula nocturna» es hasta los dos o tres años, pero a nosotros nos ha dicho el traumatólogo que tendrá que dormir con ella hasta los cuatro más o menos. No se si podrá cambiar de opinión al pasar el tiempo si ve que el pie sigue bien (aunque si fuera porque es un caso difícil digo yo que nos habría hecho llevarla las 23h durante bastante más tiempo).
En otro orden de cosas, el hecho de que sea pie equinovaro unilateral en principio no tendría que repercutir en los huesos de los muslo ni en la cadera ni nada. Las dos diferencias que admite la patología son un pie más corto que el sano (en el caso de mi hijo es como medio cm de diferencia) y una pantorrilla algo más delgada, aunque tienes que apretarlas mucho para darte cuenta. Así que no sabremos nunca a qué respondía esa diferencia en los muslos, pero espero que la semana que viene nos diga que sigue todo normal.
Y yo creo que la fisioterapia os va a ayudar mucho a vosotros también, da igual que tu hijo sea mayor ya (qué lejos veo el día que mi niño cumpla los 4 años). Si puede obrar milagros en adultos de huesos ya totalmente formados y deformados, aún más con niños que están creciendo todavía. Un besito
Hola, Marian. Claro que te entiendo cuando me dices el tiempo que llevas intentando escribir… Hay momentos que, entre unas cosas y otras, no se encuentra el tiempo suficiente (o la concentración), sobretodo teniendo niños pequeños. Si te sirve de consuelo, a mí también me pasa 😉 Cuando lo tengas puedes contactar conmigo a través del formulario de contacto y yo te respondo desde mi email (y ahí ya me lo envías en el formato que prefieras). Lo de la diferencia del tiempo de la duración de la férula supongo que dependerá tanto de los médicos como de la evolución del niño. Creo que dentro del mismo método, hay variantes en cuanto a procedimiento (llevarlo 23 horas, llevarlo todo el día, llevarlo sólo unas horas… unos varios meses, otros un año…). Lo de las caderas no va asociado al pie zambo, pero a mí me dijeron que era algo muy frecuente en niños con los pies zambos. En concreto, el desequilibrio que tenía mi hijo hace un tiempo en las caderas se debía a los pies (al pisar mal va desequilibrando las caderas). Todo tiene algo de relación, en mayor o menor medida. Bueno, eso es lo que yo he ido entendiendo, porque como bien sabes esto es todo un mundo y explicaciones dan pocas… La fisio de mi hijo está muy optimista sobre la recuperación de los pies sin recurrir a la operación, pero la traumatóloga no tanto. También creo que hay médicos muy predispuestos a las operaciones y, como tú bien dices, un poco rehacios a la fisioterapia. En fin… nosotros como padres/madres haremos todo lo que esté en nuestra mano por nuestros hijos. Un beso y mil gracias, guapa